VIBRACIONES EN LAS
VIAS DEL FERROCARRIL
El paso de trenes de alta velocidad genera un gran nivel de
tensiones en la estructura ferroviaria debido al aumento de las cargas que se
producen por el carácter dinámico de los esfuerzos. Este aumento puede tener múltiples
focos de origen pero solo se produce debido a la acción de la carga móvil
desplazándose por la vía.
La vía como elemento de soporte del ferrocarril cumple con
la función del guiado Vertical y longitudinal del vehículo ferroviario, y de
esta forma, las relaciones creadas entre el elemento móvil y la estructura, son
las generadoras de los esfuerzos aplicados tanto a la vía como en el vehículo.
En el caso de la vía con balasto, el material granular (las
partículas de balasto) amortigua las vibraciones, soporta los esfuerzos y
redistribuye las presiones sobre el suelo, y asegura el drenaje y la rápida
evacuación de las aguas superficiales. En la figura
1.1 se puede ver una sección típica de
una vía con balasto.
Figura 1.1. Sección
típica de una vía con balasto.
Tomado de www.ferrofe.com.ar.
Efectos dinámicos
La velocidad de circulación de los trenes, y más si es en
alta velocidad, genera sobre la vía unas solicitaciones verticales superiores a
las cargas estáticas habituales. Estas solicitaciones mayores provienen del
paso de una carga por un punto a una cierta velocidad, pero también se ven
aumentadas por las condiciones y características de la vía, los vehículos y su
equipamiento. De esta forma estos esfuerzos dinámicos se pueden ver muy
ampliados, y análogamente la deformaciones que generan, llegando a rangos de
ser hasta tres veces superiores que la produciría una carga de igual magnitud
en reposo. La Figura 3.1 nos muestra estas diferencias entre el estado dinámico
y el estático en una vía de ferrocarril, comparando las cargas por eje (en reposo)
y la carga registrada en la vía mediante sensores de tensión. El gráfico de la
izquierda nos muestra las medidas registradas en una vía de pruebas en
Colorado, mientras que en el de la derecha están registrados en la vía
principal de conexión entre Nueva York y Washington. Podemos ver en ambos casos
como a partir de pesos por eje alrededor de 200 kN las cargas dinámicas se
hacen cada vez mayores, incrementándose respecto a las estáticas.
Figura
3.1. Cargas estáticas y dinámicas para la línea de Colorado (a) y Nueva York
(b)
Tomado
de Lim (2004).
La interacción dinámica entre vehículo y carril (en
esfuerzos verticales) puede representarse de forma razonable mediante multitud de
modelos. La figura 3.2 da un ejemplo claro de un modelo discreto de suspensión
del vehículo por muelles y amortiguadores, una viga soportada por otro sistema
de mulles y amortiguadores que representa el sistema placa de
asiento/traviesa/balasto, y finalmente el sistema de contacto hertziano para
describir el contacto entre rueda y carril.
Figura
3.3. Valor óptimo de la rigidez vertical de una vía.Tomado de López Pita
(2006).
TEXTO Autor: Alexandre Vidal Muro
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